España gasta más dinero en concepto de loterías públicas que en Investigación y Desarrollo (I+D). Me ha quedado una leve tortícolis luego de leer esta noticia, ya que me abandoné en una posición reflexiva poco saludable. Con el cuello así… como lo ponen los perritos cuando escrutan las curiosidades humanas. La nota apareció en la columna de economía de Joaquín Estefanía, el domingo pasado en El País y al citar los unos estudios recientes.(1)
Pero no reflexionaba yo por España, bueno si, pero no tanto como por el Caribe y zonas circunvecinas. En lugar de poner ese lujo de la Investigación y Desarrollo, pensé en cosas menos evidentes. Como la seguridad alimentaria, la salud y la educación. Tampoco pensé en variables macroeconómicas y presupuestos estatales, sino en un núcleo familiar pobre, como lo son la mayoría. Y les confieso que me surgió ese pálpito de que en los golpeados presupuestos familiares del caribe, -y después de tantos años sometidos a la desesperanza sistemática- se gasta más en juegos de envite y azar, que en, pongamos, educación y alimentación. Lo de investigación y desarrollo, pues no, eso si se hace -todo sea dicho- pero orientado a la improductiva especialidad de los modelos matemáticos asociados a la teoría de juegos, a fin de optimizar las apuestas: la pirámide, las combinatorias de las fechas aniversarias, la tabla de logaritmos de San Cono y, como una de las áreas punteras, el reconocimiento de imágenes, como la que se aplica para dilucidar los números que se forman en el cigarrillo que fuma El Eneco o en la tira de Panchita.
No me refiero a una ludopatía congénita producto de nuestro origen mestizo. Este tipo de comportamiento es normal cuando se atraviesan periodos de crisis. No sé si todos los humanos, pero una muy buena parte de ellos –me incluyo- tendemos a imaginarnos golpes de suerte milagrosos, que nos saquen de la situación adversa. Es como una especie de micro-claudicación intelectual, cada vez que nos sentimos incapaces de encontrar salidas a nuestros problemas. El mal surge, cuando comenzamos a gastar más en falsas esperanzas y métodos de salvación inmediata, y movemos de prioridad nuestras necesidades. La consecuencia de este modo de proceder, es que abordamos así, entre otras muchas cosas, nuestros deberes sociales y terminamos apostando por, que no eligiendo a, nuestros representantes. Llegando a extremos tan comprometedores, como el que leí el año pasado, en el que el cincuenta y cuatro por ciento de los latinoamericanos estaría a favor de la dictadura si le resuelve sus problemas.
La pobreza a secas es sólo económica, pero la extrema, crónica y paupérrima que campea en las vidas de millones de familias del Caribe, es integral, y esa no se combate sólo con dinero, sino que requiere de una movilización social de solidaridad enorme, de esas con las que se mide el calibre de los pueblos.
Finalmente, y volviendo al primer mundo, hay otra frase dentro del artículo que explica por si sola las razones por las cuales el imperio es lo que es: Sólo Intel, la compañía que fabrica los microprocesadores de la mayoría de los PCs, invierte en I+D -ella solita- la misma cantidad que todo el Estado Español.
Nota del Cartero: Luego de terminada la nota, he recordado una excelente reflexión que Topocho, hace unos días, realizaba sobre el Azar y el destino político.
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(1) El auge de la empresa internacional. Mauro Guillén. Catedrático de Economía de empresa en la Universidad de Pensilvania.
Todo esto me hace pensar cuando veo en la televisiòn el campeonato mundial de pòker, el de pool, el de backgammon, el de bingo, el de cànicas, …..y millones de adolescentes aprendiendo, tomando las impresiones del juego. Preparàndose a la cultura del juego.
¿Es la vida un juego còsmico entonces?, como decìa Alan Watts refiriendose a la ludopatìa (pero ya no congènita)
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Bien, por lo momentos salgo a jugar un numerito, a lo mejor la lectura de este post hoy me trae algo de suerte.
-un gran saludo al amigo Oca-
Yo intentando buscar un momento de distracción de mi tarea… y vengo y me encuentro con economía xD No puedes ser más cruel 😛
Pues hay un dicho castizo a modo de anti-propaganda de esa cultura (inter) nacional del envite y azar: «El que juega por necesidad, pierde por obligación»….
Lúdica y azarosamente,
Palas
A propósito de I&D, no resisto la tentaciòn de comentar que el área salud no escapa a lo azaroso. Me refiero a que hay enfermedades mortales, de sintomatología lenta y oportunista que por no ser tan obvias como el cáncer o el sida, no reciben ningún tipo de atención investigativa…
Un abrazo,
Palas
Hola Palas.
Aquí hay varias cosas y generalmente depende del sector: Por ejemplo, cada centavo que se invierte en I+D en el sector privado, por ejemplo las farmacéuticas, está motivado, como cualquier negocio, por la rentabilidad. Así, no le resultan *actractivas* aquellas enfermedades como las que indicas, porque el número de enfermos en muy pequeño como para recuperar la inversión. Aunque esto también da pie para acciones inmorales a mi juicio, como lo que hacen con los retrovirales el sida, en el cual tienen una recuperación de inversión asegurada en el tiempo y aún así mantienen unos precios prohibitivos para los enfermos de los países pobres. De hecho en áfrica ésto es una catástrofe. (y hacen lo mismo con las patentes… aunque hay países como Brasil, que se han rebelan… )
Por otro lado esta la actitud que toman los estados a través de la inversión pública en I+D y la salud. Primero, con las enfermedades *raras* sencillamente dicen no. No sé, se me antoja la idea temeraria de siempre, que no hay suficientes votantes con efermedades raras como para que pongan en riesgo su reelección. Estas cosas suelen cambiar cuando un hijo o familiar cercano les desarrolla la enfermedad… cruel, pero humano.
Aunque estas cosas pasan también el sector privado. Por ejemplo, la proliferación de alimentos sin gluten y sin azucar (sectores probabilísticamente de minorías) en los supermercados, suele ir acompañado de una sensibilización forzada de los dueños de éstos negocios…
Finalmente está la posición del estado con respecto a enfermedades como el sida. Allí también invierten menos en I+D, porque les sale más barato… muchísmo más barato, invertir en campañas publicitarias de concientización… digo pués moverse por los caminos de la prevención. Algo similar a lo que hacen con el vicio del cigarrillo (fuente inagotable de ingresos fiscales)… no fume, se puede morir, pero usted verá.
Ya
Un Besote.
Oca.