Hará un mes he sido padre por primera vez. Sé que es una experiencia cotidiana en todo el mundo, sin embargo, creo que cada pareja la vive como extraordinaria. Así la hemos vivido mi Mujer y yo (y la niña), disfrutando de cada momento, mirándonos a la cara con el desconcierto de lo nuevo y preguntándonos en cada fase, ¿y ahora qué? En resumen, conscientes y felices.
Cada vez que nace un niño se inicia para los padres una época de descubrimientos y, como todos, yo he tenidos los míos. Uno de ellos (apartando claro está los más íntimos) es que el tiempo es discontinuo.
Hasta hace unos días, estaba convencido de la continuidad temporal. De que el tiempo era una línea recta, al menos, en lo que respecta a la realización de las actividades, desde las más simples y cotidianas hasta aquellas que requieren de un esfuerzo intelectual. En realidad, me refiero a la medición de tiempo empleado en realizar una actividad cualquiera.
Tomando como base la definición clásica “el tiempo es la magnitud física que mide la duración o separación de acontecimientos sujetos a cambio”. Si mi acontecimiento es, por ejemplo, comer, antes mi estado no cambiaba desde que me sentaba a la mesa hasta que terminaba con el postre o el té. Hoy día, sin embargo, durante el acontecimiento “comer”, pueden darse unos cuantos estados más regidos completamente por las necesidades de nuestra hija.
Así las cosas, he desarrollado algo así como una mejora en la configuración clásica masculina en la que somos incapaces de realizar dos cosas a la vez. En realidad, no es que haya mejorado hasta tal punto, sigo sin poder hacer más de una cosa a la vez como puede hacerlo una mujer, pero lo que si he desarrollado es la capacidad para saltar de una actividad a otra sin perder el hilo y retomando sin mucho esfuerzo las cosas en el punto en el cual las había dejado.
Me encanta, porque da la sensación de que puedo hacer varias cosas a la vez, o al menos engañarme con ello. Eso sí, la perfección no existe: aún me quedo mirando la taza girando en el micro-ondas cuando caliento la leche por las mañanas.
Ello.
Felicitaciones chamo.
Haz una disertación sobre volver a dormir 8 horas seguidas.
el Gordo.