comentarios inútiles

Y entonces viene Armand Mattelart, que no es el de la foto, y dice:

«La construcción del sentido no figura en el programa del ingeniero.»

Me cuesta digerir cuando gente como Mattelart, que sabe lo que dice y no habla por hablar, va y mete entre dos puntos una frase injusta; a mi modo de ver completamente innecesaria y que, además, falta a la verdad. Los ingenieros no hacemos otra cosa en nuestro día a día que construir sentido. Nos dedicamos a ingeniar cómo aplicar la teoría a nuestra realidad, a la sociedad palpable, a darle sentido práctico a algo que en su esencia no lo tiene y que tampoco buscaba tenerlo, sino que simplemente describía una realidad. ¿O acaso la construcción de sentido tampoco forma parte del programa de los físicos o los químicos cuando describen cómo funciona un sistema dado? Toda la ciencia, en la amplitud de la palabra,  es una eterna tarea de construcción de sentido, donde los ingenieros no sobramos, porque somos a quienes nos toca responder a la pregunta coloquial: ¿Y eso para qué sirve?

Pero lo que más molesta, es que esto figure a propósito de Claude Shannon, que además de matemático e ingeniero, montaba al monociclo, hacía malabares, le encantaba el ajedrez y tenía un sentido del humor que pa’ qué.

Y que no se diga que lo saco de contexto, aquí el párrafo original:

En 1949, el ingeniero y matemático Claude Elwood Shannon formula una teoría matemática de la comunicación. Su definición de la información es estrictamente física, cuantitativa, estadística. Se refiere, sobre todo, a «cantidades de información». Hace caso omiso de la raíz etimológica de información que denota un proceso que da forma al conocimiento gracias a la estructuración de fragmentos de conocimiento (MacKay, 1969; Dubos, 1970). El problema planteado guarda relación con el cálculo de probabilidades: encontrar la codificación más eficaz (velocidad y costo) de un mensaje telegráfico de un emisor para llegar a un destinatario. Este modelo mecánico, que sólo se interesa por el tubo, remite a un concepto behaviorista estímulo-respuesta) de la sociedad, perfectamente coherente con el de progreso indefinido que se difunde desde el polo central hacia las periferias. El receptor, de alguna manera, está condenado al estatus de clon del emisor. La construcción del sentido no figura en el programa del ingeniero. Hay un corte entre la noción de comunicación y la de cultura. (Extracto de «En Historia de la sociedad de la información», de Mattelart  (2001), capítulo 3)


Esta se la debía a Shannon desde hacía más de 15 años. Mas tarde que nunca.
Crédito de la Imagen de Shannon: ECE, Universidad de Michigan.