«La «culpa» es de la ciencia, que es soberbia y destructiva; de los políticos, que son ineptos y corruptos; de los ricos, que son codiciosos y explotadores; de los banqueros, que son avariciosos y especuladores; de los pobres, que forman muchedumbres improductivas; de los creyentes de la religión tal, que son unos fanáticos; de los partidarios de la ideología cual, que son unos descreídos; de los de la etnia tal, que son incapaces de progresar; de los de la nación cual, que son unos imperialistas abominables… Cada cual esgrime su «teoría», que no le tranquiliza, pero le sirve para figurarse que existe la posibilidad de un mundo ordenado, por lo demás absolutamente irreal, en el que «si las cosas se hicieran como debieran» sería posible refugiarse a perpetuidad.» Paloma García Picazo1 |
1.En «El sistema mundial: perspectivas políticas y sociológicas» (2010) Capítulo VI. Supervivencia en el sistema mundial: Un mundo Irreversible.