La primera vez que me emocioné al escuchar un himno nacional que no fuese el de mi país, corresponde a un veinticuatro de agosto de dos mil tres. Fernando Alonso estaba en el cajón central del podio, luego de una carrera impecable en el Circuito Hungaroring en Hungría: Su primer triunfo en Fórmula Uno.
Aunque hoy no hubo himno, me he vuelto a emocionar. Porque soy fácil de lágrima y proclive a la carne de gallina cuando el esfuerzo y la perseverancia se asocian con el éxito. Después de veintiún años de trayectoria deportiva El Nano ha hecho cima. Es el nuevo campeón mundial del más fabuloso de los deportes de estrategia, casi el único que combina todas las cualidades de los que requieren esfuerzo físico y trabajo en equipo, con las capacidades mentales del ser humano para crear e innovar a través de la más alta tecnología.
A veces pienso que la efímera fotografía y la celebración opacan el camino de todo triunfo, sobre todo en el ámbito deportivo. Por esa razón creo que no existe un Reality Show sobre deportistas, porque el esfuerzo y la búsqueda a pulso de la excelencia, por estos días, ya no vende. La rutina de entrenamientos, de intentarlo una y otra vez hasta dominar una técnica, resulta tremendamente aburrida.
Así, los que nos sentimos motivados por el “detrás de las cámaras” del triunfo nos terminamos convirtiendo en fanáticos, muchos más allá de simples espectadores.
Me he preguntado muchas veces de dónde viene esa rara necesidad de admirar a otros o de ser un entusiasta seguidor de los triunfos (y derrotas) ajenas. La respuesta que más me convence es que es un medio de la propia naturaleza para ejercitar emociones y experimentar, a través de unos cuantos elegidos, la euforia o la decepción en magnitudes usualmente vetadas para la mayoría.
Por eso, desde lo más profundo de mi corazón, Gracias Fernando por la oportunidad de ver, seguir y experimentar, a través de tu esfuerzo, un ejercicio sincero que me ha dejado con esa sensación de satisfacción que a veces llamo, agujetas emocionales.
¡Eres el más Grande!
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Agujeta: 8. f. pl. Molestias dolorosas que pueden sentirse en los músculos algún tiempo después de realizar un esfuerzo no habitual y reiterado.
Histórico sobre Fernando:
Gracias Fernando Alonso – 2003
Thanks Again! – 2004
Sobre la existencia de Dios y otros misterios – 2005