El objetivo principal de la juventud es hacer amigos para siempre. Rodearse de personas que te vean crecer y a las que tu también veas crecer. Se trata de formar lazos bien anudados, como para resistir el paso de tiempo. Es experimentar en conjunto, como para que, no importando cuán alto o bajo llegues en tus objetivos vitales, cuentes con personas que te hayan visto fracasar y triunfar; te hayan visto hundido en la miseria o flotando en la alegría perpetua, o en un más normal comedido punto intermedio.
Un amigo para siempre es un ancla a ti mismo. Es una referencia que te re-enfoca cuando te descubres extraño y no te reconoces en acciones y gestos del presente.
Solo ante personas así, que ya no esperan nada en especial de ti, porque lo han visto todo, puedes manifestarte enteramente transparente y sin tener que adoptar posturas.
PD: De seguir asi, terminaré volviendo a la fuente, ese sitio primigenio de la www, donde la gente compartía recetas de cocina y poemas; mientras unos pocos científicos publicaban sus trabajos auspiciados por los hiperlinks. Tranquilos. Son notas que he redescubierto en una vieja libreta y que las saco ahora para que den una vuelta.