Tengo un amigo que ejerce un férreo control sobre sus propias expectativas con respecto a casi cualquier cosa. Esto hace que la mayor parte del tiempo transmita un aire impasible y que sólo bajo alguna copa de más pueda aflorar algún dejo de euforia. Sólo para el blog decidí copiarle y llevar pocas expectativas, pero en cambio mucha ilusión.
Las expectativas y las ilusiones son unos tipos particulares de esperanza. En el primer caso es una esperanza de realización o consecusión y en otra acepción, es la posibilidad rezonable de que algo suceda. En cuanto a la ilusión es una esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. De todas todas me quedo con ilusión para definir mi sentimiento con respecto a escribir regularmente.
Le comentaba a cyberf cuando comencé, que establecería expectativas semanales para controlarlas mejor, pero ilusiones a largo plazo. Hoy hace 4 semanas de la primera nota y de momento hace buen tiempo. Vamos, que esta nota está inspirada en las celebraciones de los nuevos noviazgos de adolescente: Cumple semana, cumple mes, mes y medio… un continuo pulso de sentimiento que se pasa con el tiempo.
Me divierte y relaja escribir y he podido recuperar algo de la capacidad de observación y escucha. No he escrito ninguna nota de más de una cuartilla (3 minutos de lectura) para no abusar de la atención del piadoso lector, y la única frustración es que las estadísticas de mi hosting sean tan malas que no sé exáctamente cuán poco me leen. Ellas indican que hay accesos desde Argentina, España, Venezuela, México, Singapur, USA, Holanda, Australia, Japón, Seychelles y Alemania pero no puedo saber cuantos son robots y cuantos humanos.
Lo que más me gusta, es saber que tienen la disposición y amabilidad de leerme, y que hacen comentarios y comparten experiencias. Muchas Gracias.
Vamos a ver como siguen estas Cartas Jeroglíficas… esta semana, que aún puedo sucumbir a las «expectativas» de vida de este medio de expresión. 😉
Querido Ocatrapse,
Me uno a tu celebración!
Sin embargo, debo decirte que leerte no es de ninguna manera un rasgo de amabilidad, es un placer y quienes frecuentamos ( no se cuán a menudo en total) tu página, lo hacemos por la expectativa del encuentro con algo interesante, grato, a veces intrigante, otras retador y siempre fuera de lo común … Así que olvídate de que las visitas somos amables.
Sólo lamento no disponer del tiempo ni la velocidad de generaciòn de ideas que tú tienes!
Verde de la envidia y paradójicamente colorada por la emoción, me despido con palabras de ánimo para que Ocatrapse persevere con sus jeroglíficos, que hacen la delicia de todos nosotros los «AMABLES» (debería decir agradecidos, pero mi ego no me lo permite) lectores.
Un saludo desde las alturas de mi olímpica amabilidad.
Palas Atenea
Muchas Gracias…