Alguna noche impertinente y de forma imprevista, – como cuando confiados en la fuente del hombre del tiempo, sales sin paraguas y te llueve – alguna noche decía, sueño vívidamente que una asignatura que creía haber aprobado, en realidad estaba aplazada y que no estaba graduado.
Lo más curioso del asunto es que en el mismo sueño, recuerdo el acto de grado y mi realidad onírica, como un jurado en contra, haya duda razonable y concluye que dicho acto nunca existió. Entonces despierto asustado e inmóvil, como para que el cerebro no se percate de que estoy despierto. Busco las fotos del grado, esas en la que pareces un clon de sonrisa nerviosa, y la copia del título, las lamo a ambas y todo vuelve a la normalidad.
Vamos a ver. Cuando digo sueño vívido no me refiero a ese estado medio real, medio imaginario que suele darse, por ejemplo, en los sueños húmedos y en los números complejos (aquello que la raíz cuadrada de –1 es igual a i), si no a un estado contundentemente consciente, con todos los sentidos en alerta, como con una sobre-dosis de fármaton.
Todo esto lo he guardado siempre como un secreto, no vaya a ser que fuera verdad, es decir, por si fuera necesario hacerse el loco y llevarse el secreto a la tumba, total muchos médicos rurales ejercen magistralmente toda la vida y sólo estudiaron 2 años de veterinaria. Me he decidido a escribirlo hoy, porque casualmente otros amigos me han confesado, amparados en el programa de protección de testigos, que les pasaba exactamente lo mismo, aunque con pequeñas variaciones despreciables.
Se que hay dioses-niño que, aburridos en el olimpo, se divierten haciendo pequeñas maldades a los humanos, pero el que provoca estos sueños, es un oscuro especialista que se ríe continuamente del mismo chiste. Es una diversión cruel y apestosa porque casi nunca recuerdo los “buenos” sueños y cuando lo logro, me salen negados con el tecnicolor: en blanco y negro.
Qué profunda necesidad de masoquismo cerebral requiere “revivir” algo que nunca existió. Me intriga el misterio detrás de este patrón. Lo del estrés post traumático me resulta una explicación pobre e inapropiada, porque más expuestos estamos al trauma que puede producirnos este tipo de sueños-cometa, así que si hay algún psiquiatra a bordo, por favor que se manifieste.
Dice la mamá de E, que es psiquiatra, que es común. A veces tengo que encender la televisión y darle un repaso a los últimos 11 años de mi vida paso a paso y concluir que sí, que efectivamente matemática IV ya la pasé yque sí, que la graduación existió.
Por cierto, como nota curiosa, ceintíficos acaban de descubrir que el cielo en la pintura de Edvard Munch (The Scream, esa que tienes aquí en el post) era rojo no por producto de su imaginación, sino porque en Indonesia una explosión volcánica teñía de rojo los cielos de Europa entre Noviembre de 1883 y Febrero de 1884:
http://www.cnn.com/2003/TECH/space/12/10/scream.munch.reut/index.html
¿y se cura? ¿tiene efectos colaterales? ¿desarrollaré calvicie con los años producto de esta patología?
Entonces es un terror común y secreto…. ummm.
No sé que dirán los «expertos» (jaja) de la mente humana, pero mi interpretación libre de esos sueños recurrentes es que algún chip masoquista se activa intermitentemente, unas veces para recordarnos momentos cruciales y críticos en nuestra vida, y otras, para evocar cual banda de Moebius ( se llama así, no?) situaciones grotestas que jamás de los jamases vivimos – o al menos no en esta vida – y que persisten con la terquedad del testigo mudo que quiere hacerse entender.
Yo tenía muchas de esas pesadillas …. hasta me llevaron a un psicólogo siendo bien pequeñita, y el sabio diagnóstico fue que yo era una niñita muy normal … Lo cual en retrospectiva prueba que el tipo seguro se había graduado por correspondencia en la Academia ACME.
Pero también hay sueños recurrentes agradables. Uno de los míos es VOLAR. Así con mayúsculas, porque la sensaciòn es tan vívida que hasta siento el vértigo de la velocidad al ganar altura y el descenso en picada, y los vuelos rasantes para luego volver a remontar hacia las nubes ( si es de día) o hacia el cielo estrellado ( si mi vuelo es de noche) Eso sí son sueños y lo demás es morondanga! Y además full color!
Así que mi querido Oca, dicho esto, tengo dos noticias para tí:
La mala ( que puede ser buena): Eso no se cura… Sigue y sigue en el tiempo, pero creo que durará hasta que descubras porqué y con qué te friegas la vida tanto. Entonces podrás darle órdenes a la loca de la casa, para que deje el descontrol.
La buena noticia es que no es contagioso, y que si tienes problemas de calvicie, busca en antecedentes familiares y tus niveles de testosterona.
Un abrazo y felices sueños,
Palas
Hola Palas.
A ver… a mi gustaría que algunos sueños si que fueran contagiosos. Y en el caso que cuento, algo debe de tener de ello, porque a varias personas les pasa. Vamos, que el agente puede que sea un mosquito… no sé.
Lo que si me gustaría es soñar en color, de repente lo hago y lo que pasa es que recuerdo en blanco y negro, de repente por el exceso de atención que prestaba al recurso cinematográfico que hace lo mismo…
¡Ay!
Viste que sí hay memoria colectiva???
Quienes han compartido experiencias, deben tener en común, entre otras cosas sueños y/o pesadillas, según sea la naturaleza de la vivencia.
Un saludo irisado,
Palas