Cuando le llevaron a Leonard Bernstein una grabación en compact disc para que la escuchara por primera vez, comentó que el sonido era de una fidelidad asombrosa, pero que parecía estar en el aire, que le hacía falta la otra dimensión del sonido: el peso.
Me llamó mucho la atención esta afirmación, porque no me había detenido a pensar en ello, así que me puse a probar y realmente si, el peso en la música grabada de forma analógica existe, y es una de las pocas cosas que en ella, no dependen del oído.
Hice la prueba con mis discos de vinilo de la Billo’s Caracas Boys, con los que pude comparar, dado que los tengo en CD también. Para los lectores que no sepan qué es la Billo’s, os comentaré muy brevemente:
Fue el mismo Dios, hace más de 60 años, en una de sus últimas apariciones en público, quien abriendo un claro entre las nubes llamó a un dominicano llamado Luis María Frómeta y le dijo: A ti como que se te da bien eso de la música ¿no?, pues entonces te ordeno, como hice con Mozart, que inventes algo digno de mí, para lo cual te regalo el don de la innovación. Así fue como nació esa institución, una aproximación de Big Band con instrumentos de viento metal y percusión caribeña, que ejecuta música celestial.
Entonces, hice la prueba comparando varios temas y entendí el concepto del peso al cual se refería Bernstein, es algo que no se oye, sino que se siente y hace que la experiencia sea bien distinta. No es que tenga un ataque retro, casi todo lo escucho en CD, es sólo que puedo dar fe que la experiencia es superior. Probé con otros ungidos por Dios, como Queen y pasa lo mismo.
Aja… obviamente cuando han surgidos nuevos formatos para almacenamiento de arte, se ha planteado el mismo tema. Cuando surgió el disco de vinilo, la gente decía que eso era una aberración degradante y que nada superaría la experiencia de la ejecución en directo, lo mismo con el teatro y el cine y luego la televisión. Lo curioso es que todos estos formatos siguen vigentes, y más o menos continúan teniendo la misma preferencia: en directo, analógico y digital. Cuando puedan hagan la prueba, además, como se hace con ritual, limpiar el disco, ponerlo en el plato, colocar la aguja, pues da la sensación que la música también se puede palpar.