La máquina del Tiempo

Uso internet desde 1996, recuerdo cuando abrí la cuenta en compuserve… ¡me cobraban una barbaridad! y, aunque se tenía mucha libertad, casi no se podía hacer nada.

Por aquella época, – era yo un muchacho – me parecía que internet estaba creciendo a una velocidad impresionante y que había cosas que se podrían estar perdiendo. Parecía que nadie llevaba el rastro de nada y renovarse constántemente era una cualidad en la red. Entonces me dio por empezar a coleccionar Home Pages de los sitios populares, como quien guarda periódicos viejos (que también). Puse lo de muchacho a propósto porque, parte de la madurez en la vida pasa por aprender a hacer respaldos, y como era un inmaduro, pues una vez perdí casi toda la colección. Los pocos screenshots que se salvaron han de estar, irónicamente, perdidos por allí en múltiples respaldos. Luego me puse a buscar gente a quien le inquietase lo mismo que a mí, y así pude encontrar, entre otras cosas, la imagen que adjunto del primer home page de amazon.com en 1996.(Hagan click y luego un acercamiento para que lo vean mejor) Como ven, un poco más y es un cartelito de esos que dicen «Se hacen Tortas por encargo, informese aquí.» ¡Que tiempos aquellos!

Pero bueno, el punto de esta nota es contarles sobre la máquina del tiempo, la de verdad, y sobre la institución que se encarga de guardar la historia de internet. Esta en el link The internet archive – The Wayback Machine, allí colocas una dirección y te pide, como en las películas, a cuál año quieres ir (de una lista cerrada). Se queda un poco a veces, sobre todo con sitios muy populares, pero también tiene un mirror contra la biblioteca de alejandría que pueden usar http://archive.bibalex.org

Desde 1996 el Internet Archive, archiva la web. Actualmente tiene 100 terabytes (mucho elevado a bastante para ser exáctos) de información y sigue creciendo a una rata de 12 terabytes mensuales, dicen que es la base de datos conocida más grande del mundo y contiene varias copias de todo lo publicado en internet. (yo no estoy tan seguro, pero es muy grande de todas formas)

También guarda videos (a mi me gusta sin acento) , libros open source y un montón de cosas más, luego les sigo comentando.

Espero que les guste, échenle un ojo, vale la pena. De verdad que es la máquina del tiempo. Les dejo unos links ya hechos de 2 de mis sitios preferidos de hace 7 años:
http://web.archive.org/web/19961219082703/http://www.el-mundo.es/
http://web.archive.org/web/19961218212202/http://www.el-nacional.com/

¿hay alguien allí afuera?

¿Alguna vez han pasado por la experiencia de tener algo que decir y no encontrar a quién decírselo? Bueno, a mí me ha pasado, y esa es la principal motivación por la que he querido hacer este blog.

Tengo a mi familia, a buenos (aunque pocos) amigos, y hasta un compadre, en fin, gente a quien contarle las cosas esas que «tengo» que decir, pero… ¡es que me hace falta algo más!.

Pónganse a pensar: hay mucha gente que se dedica a escribir, cantar, bailar, en fin a compartir sus experiencias, sentimientos y conocimientos, y también tienen a gente cercana a quien escribirle, cantarles y bailarles… se podrían ahorrar esas costosas excentricidades de hacer libros, motar espectáculos, ¡blogs! y cosas por el estilo. Pero aún así, necesitan algo más para satisfacer su necesidad de expresarse. Pues en esas estoy ahora.

No estoy seguro que esto vaya a salir bien, si será una fiebre pasajera y se topará precozmente con el aburrimiento estadístico de este tipo de iniciativas, o por el contrario será una salida válida a la inquietud que les he contado antes. Pero no importa, hasta ahora me he divertido bastante preparándolo y pagué unos meses por adelantado el hosting, para obligarme un poco por si aparecen esos síntomas malignos.

Lo he llamado Cartas Jeroglíficas, aunque más que cartas son notas y en lugar de jeroglíficas mi intención es que sean bastantes claras, pero para aquellos que no sepan qué fueron las Cartas Jeroglíficas, les pido lean la segunda nota, en el cual lo cuento en detalle, de verdad que es algo muy curioso.

Las cartas creo que saldrán de lo más variopintas, así que no les puedo adelantar alguna “línea editorial” porque escribiré de lo que me salga de la cabeza (o de la cabeza de otros) y eso puede ir desde cosas relacionadas con mi profesión, pasando por opiniones sobre el nuevo orden mundial, hasta, por ejemplo, el ciclo mestrual de los calamares gigantes.

Finalmente, detrás de todo esto, está la intención sincera de compartir libremente el conocimiento dentro de la red, sin más requisitos que el respeto mutuo y rememorar así aquellos tiempos fantásticos cuando éramos felices e indocumentados…

Cartas Jeroglíficas

En la primera mitad del siglo XX, circularon en España, unas cartas muy ingeniosas y retadoras para los carteros. En ellas las direcciones no se colocaban de manera clara y explícita, por el contrario, se indicaban a través de fotografías de los destinatarios pegadas en los sobres, acertijos, adivinanzas y hasta versos. Dado que no había ninguna ley que las prohibiera expresamente, éstas terminaron por convertirse en «un caso extremo y simpático de los problemas con los cuales los carteros se podían encontrar», además de las inclemencias del tiempo, la letra ilegible, etc.

Es curioso, pero el cuerpo de correos se lo tomaba con el mejor de los talantes, y cada vez que llegaba un carta de éstas, la enviaban a un «comité de sabios», integrado por carteros que conocían al dedillo la geografía postal, para que las descifraran. (Yo imagino que con unas cervecitas para invocar a sus ancestros.)

Realmente, sólo los sobres eran jeroglíficos, no su contenido, es decir, los destinatarios eran desconcidos a priori, un misterio pues. Precisamente es esa la interpretación que le doy a las cartas para haber llamando a mi blog Cartas Jeroglíficas: Desconozco los destinatarios. Vamos, que a algunos de ustedes si que les conozco, pero en general no sé a quién le llegarán los mensajes, en quienes despertaré interés.

También he intentado enterarme si han existido columnas de opinión, revistas, panfletos, películas o cosas por estilo que se hayan llamado así, pero no he encontrado casi nada.

Tengo fiebre del tema, y realmente no he encontrado muchas fuentes de investigación. De hecho no sé cuál fue su origen o si fue un fenómeno que se haya extendido por otros países. Aunque no me imagino que en países de talantes no latinos este tipo de iniciativas hubiese prosperado.

La única colección que conozco está en la nave central del Museo Postal y Telegráfico de Madrid. Aquellos a quienes le guste la historia de la comunicación humana, como a mí, les sugiero una visita. He colocado a la derecha una imagen de una carta, una facilita (a ver si se animan), si le dan click la pueden ver un poco más grande. Esta es muy sencilla, porque el nivel de sofisticación de los remitentes es impresionante, hay unas incluso que además de jeroglíficas son cinéticas, hay verlas de una manera particular para entenderlas.