Si chica busca chico, ella siempre es educada, elegante y atractiva. Le gusta el campo, leer e ir al cine. Si tiene hijos están emancipados y su única intención es un poco de compañía. Me refiero a las secciones de anuncios clasificados de búsqueda de pareja, un negocio lucrativo donde los haya. Pero lo que a mí me sorprende, es encontrar en ellos la férrea dictadura de los estereotipos y la utópica especificidad de lo buscado. En el caso de las chicas, casi todas dicen ser mayores de treinta y cinco años, y por regla general buscan hombres cultos, educados, sensibles, joviales, serios, responsables, económicamente independientes, cariñosos, leales, más altos que ellas y de mayor edad. Si la requirente es joven, su anuncio es escrupulosamente biométrico: Mujer de 40 años, 1,70 y 67 Kg. Desea conocer hombre 43-49 años, mínimo 1,80, musculoso, pero no cachas (1), buen corazón y divertido. Mientras que las más maduras, no se caen a cuentos y dejan marcado muy bien su alcance: Separada sin hijos, 56 años, buena presencia busca caballero entre 56-62 años, simpático, nivel socioeconómico y cultural alto, sin hijos ni ataduras familiares, limpio, no fumador, sincero, jovial y atractivo, mínimo 1,68 para relación estable. ¡Ave María purísima!
Ahora bien, si es un chico quien busca chica, no se les puede acusar de no ir con la verdad por delante. A mi estos anuncios me han resultado de una sinceridad ejemplar. Ellos siempre la buscan más joven, no hablan de ser románticos, sino que les gusta el fútbol y la «tranquilidad». Por ejemplo, Luis el sincero -de 35 años- es uno de ellos, quien pone: Casado e insatisfecho. Busco amiga para momentos de complicidad y conversaciones apasionadas. También está Pedro, -de 38 años- un liberal sin excusas, quien suelta en su anuncio: Casado y cariñoso. Me gusta la tranquilidad. Busco amiga cariñosa, romántica, sincera y sencilla para una buena amistad. No importa físico ni estado civil. Pero el que me ha parecido más genial es el anuncio de un gremialista hasta la médula. Funcionario de 46 años, divorciado, sin hijos, muy juvenil, atractivo, 1,73 y 73 Kg. Busca funcionaria sobre 40 años, delgada (talla 36-40) juvenil, sin hijos y española. (2)
Existe también un pequeña sección de amistad. Tan pequeña y con mensajes tan ambiguos, que no queda muy claro lo que andan buscando. Allí encontré el anuncio más pequeño, el de un sucinto menesteroso: Chico desea conocer gente.
Si chico busca chico, allí las cosas si que se ponen directas. No valen cariñosismos. Estos anuncios, como los hombres duros de las películas, no se andan con rodeos y tampoco buscan compromisos. Están los que aún viven con sus padres. Chico de 35 años, moreno, 1,68 y 68 Kg. Activo / pasivo y sin sitio, busca chico para relaciones esporádicas. O como José, quien provee un anuncio particularmente ecléctico: 45 años, moreno, casado y velludo. Busco chicos [si, en prural] feneninos y travestís para relaciones y algo más. Estos anuncios contrastan con los de chica busca chica, donde los mensajes parecen encriptados e indirectos. Por ejemplo: Universitaria de 39 años busca amiga-compañera, soltera, independiente, alegre y de buenos sentimientos para pasear, ir al cine viajar y teatro.
Hay una última sección bajo el título de otras relaciones. Es compleja. Les dejo un único ejemplo, de un personaje dubitativo: Chico de 34 años y posible bisex, busca chica o parejas serias.
Pienso que las personas de todos estos anuncios buscan esencialmente compañía y éste es un concepto del que emanan acepciones muy diversas. Desde la simple del antónimo de la soledad, hasta la excelsa necesidad de un cómplice cotidiano. En todo caso, no me queda más que desearles suerte… y paciencia, si descubren que el encontrado no se baña, deja la tapa de la poceta en alto o comente la insensatez de no ponerle la tapita a la crema dental.
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1. adj. coloq. Musculoso y fornido.
2. Funcionario Público. Empleado del estado. Sinómimo de estabilidad laboral en Europa.