Esta no es oficialmente la primera nota del año, si no una mera curiosidad cultural. Casi todos los pueblos anglosajones o los que poseen marcada influencia cultural de éstos, suelen celebrar el año nuevo coreando una cuenta regresiva, la de los últimos segundos del año que se va. Así también lo hacen para el inicio de muchas cosas, como el lanzamiento de cohetes, salidas al aire en los programas de television, (cuando dicen cinco y acción es una cuenta mental regresiva de 5 segundos) y hasta la cuenta del tiempo de los hornos micro-ondas.
En España, al menos en lo que respecta al fin de año, no es así, sino al revés, cuentan progresivamente las doce campanadas (desde uno hasta doce) que marcan el inicio del nuevo año. Tradicionalmente las corean en cincronía con el reloj de la Casa de Correos que se encuentra en la Puerta del Sol de Madrid, atragantándose con las uvas (enlatadas, peladas y despepadas) que se comen con cada campanada. El punto, la Puerta del Sol, es además simbólico, porque en él se encuentra también el kilómetro cero, el punto desde el cual se miden todas las distancias terrestres del país.
Comentando ésto con cyberf, me hizo notar que algo parecido pasa al dar la hora, dado que a partir de los treinta minutos, la hora se dá progresivamente sumando una hora. Es decir, cuando preguntas la hora y son las 10:40, te contestan que son las once menos veinte. Creo haber visto ésto también en el francés.
¿Tendrán estas aparentes nimiedades alguna influencia en la manera de pensar de los pueblos o serán inocuas curiosidades?
(Finalmente recuerdo que los cohetes rusos al ser lanzados no tienen ni cuenta regresiva ni progresiva, si no un crudo !ya!, al parecer porque su ventana de lanzamiento es muy pequeña para estar perdiendo tiempo en cuentitas.)